Ahora, ¿Quién podrá defendernos? No, no hay para donde hacerse. 2010 termina como el peor año que yo recuerdo en medio siglo de vida. En 1968 tuvimos una muestra de lo que la intolerancia y la estupidez pueden logar, hubo muchos muertos. En 1971 continuó la represión y se emprendió la llamada guerra sucia. Centenares de desaparecidos. En 1982 vino una fuerte crisis y no se podían importar ni siquiera tubos de pasta dental. En 1985 el terremoto fue una prueba de que cuando menos en cuanto a solidaridad no todo está perdido. 1994 no trajo la noticia de que se podía matar a un candidato a la presidencia, lugo la crisis, las UDIS. Luego el Fobaproa. Parecía que el año 2000 nos podía pintar mejor. No hubo cambio alguno. En 2006 el país quedo dividido y el precio del rencor todavía lo estamos pagando. Al asumir el poder Felipe Calderón, nadie imaginaba lo que venía.
Hago la aclaración que no tengo de que quejarme en cuanto a situación personal este año, pero que quieren no puedo evitar ver el contexto completo: la realidad nacional.
Y no, no hay para donde hacerse. No se puede tener respeto por el magisterio. Nuestra niñez está literalmente secuestrada por una mafia con poder creciente. No, no se puede confiar en las fuerzas armadas, les hemos dado una responsabilidad policial para la cual no están preparadas. Los continuos daños colaterales así lo demuestran. Bueno la policía nunca ha merecido confianza alguna, ahí no hay sorpresa. No, no se puede confiar en el clero, como peste ha crecido una epidemia de pederastía, de descomposición generalizada. Los cardenales dan muestra todos los días de que están alejados de la palabra de Jesús. No, no se puede esperar nada del poder legislativo, se hallan en un eterno juego de conveniencias, de simulaciones. No, no puede confiar en los grandes empresarios, has demostrado que el libre mercado y la libre competencia no va con ellos y todos pagamos el precio de su corta visión de negocios. No, no podemos confiar en el poder ejecutivo: amiguismo, corrupción, ineptitud son sus patentes. Sólo son una banda de delincuentes de cuello blanco. Un sector más del crímen organizado. Muy bien organizado, a ellos si les sale el negocio. No, no se puede confiar en las procuradurías, se pierden inocentes entre las sábanas y el colchón. Si se quiere una verdadera investigación la tiene que hacer el agraviado. La Señora de Wallace sabe de que estoy hablando. No, no se puede confiar en los gobiernos estatales, para esos casiques que gobiernan México se quedó en el siglo XIX. No, no hay para donde mirar. Los jueces venden sus veredictos al mejor postor, la corrupción es insolente. El sector financiero un lastre, los bancos no tienen tanta usura en sus países de origen. No se puede tener esperanza en la juventud, que se debate entre el ninismo, La Academia, los videogames y el valemadrismo. No, no podemos confiar en nosotros, no tenemos verguenza y estamos conformes mientras otras sean las víctimas. No hay para donde hacerse.
Todos somos culpables, los maestros faltan a sus clases porque nosotros lo permitimos. Los partidos políticos hacen de las suyas, porque nosotros no oponemos resistencia. la estupidez electoral, el voto útil y otras necesades. En fin, sería cuento de nunca acabar.
Es triste, si es muy triste escribir esta historia en diciembre de 2010, pensando en que todavía podemos estar mucho peor. No se ve la luz al final del túnel. No estamos saliendo del hoyo. Estamos en caída libre. No, no hemos tocado fondo. Primero mataron a la muchacha, luego a la mamá, luego quemaron el negocio del padre. Cada nuevo día la tragedia supera a la del día anterior. Los asesinos aprendiendo de Hitler y de Jack el destripador y superando a sus maestros. No se tiene suficiente hartazgo, vamos por más. Y luego ellos tienen la llave de las cárceles. No, no se pueden confiar en las instituciones, el IMSS, PEMEX, la Lotería Nacional,... donde me digan la cosa está para dar verguenza. Bueno ya hablar de fútbol ni al caso ...
México es el lugar sin límites, pueblos enteros donde la población ha huido, estados donde el Estado brilla por su ausencia. La certeza inequívoca de que mañana vamos a estar peor.
Lo único bueno del 2010 es que sólo le quedan unos días, a ver con que nos salen: más chamuscados, liberan al jefe Diego, digo como si realmente lo necesitaramos. El EPR hará su numerito de cada cambio de año. No sé, estoy atento con la única limitación de mi capacidad de asombro. Digo a ver si mejor esperamos al viernes para hablar de la Feliz Navidad que no les llega a 50 millones de nuestros paisanos ... Hacemos un esfuerzo por ver el vaso medio lleno, pero está complicado, a veces no se puede.
No, no me hizo enojar nadie, mi familia está bien, mi salud también, ganaron los Jets, pero ver gente chamuscada no es agradable y si le rascamos al por qué suceden las cosas ... Bueno es un negocio de 10 mil millones de pesos al año donde están coludidos los malosos con apoyo de militares y funcionarios de la paraestatal.
2010 el año del Tigre que atacó a su domador.
Espero, que alguién tenga algunas palabras para documentar el optimismo, aquí los leo con atención. Aún así les deseo lo mejor y que se la pasen bien estos días.