La Bohemia

La bohemia es una vivencia que requiere uno o más de los siguientes ingredientes: buena música, buen alcohol, buen entorno y sobre todo buena compañía.

Hay pocos lugares "recreativos" donde se siente uno como en casa, uno de esos lugares se encuentra al sur de Coyoacán. Heredero de la tradición de El Cuervo y el Hijo del Cuervo, "El Vicio" es un antro de pequeñas dimensiones donde el mobiliario se asemeja a la sala de la casa y el artista se encuentra a una distancia de entre uno y diez metros como máximo. Madrid 6 en Coyoacán para mayor referencia.

Podría pasar un largo rato platicándoles anécdotas sobre El Vicio, que cuando yo lo conocí se llama El Hábito. Grandes personajes del teatro-cabaret como Tito Vasconcelos, Jesusa Rodríguez, Isela Vega, Liliana Felipe, Regina Orozco y otros que realmente sudan el arte en directo. Grandes artistas del canto como Lila Downs o Susana Zabaleta.

La cosa era llegar un poco antes de las nueve y retratarse en la taquilla. Por lo general yo me dejaba caer en viernes o sábado que era cuando se ponía mejor. La opción en el mismo lugar era el Teatro La Capilla, aunque ahí pasaban cosas un poco más densas..

Recuerdo las primeras veces que llegué a El Cuervo, regenteado por aquel poeta de grata memoria que respondía al nombre de Alejandro Aura, que con su espectáculo de Agustín Lara me atrapó en la bohemia. Y es que a veces no sólo la mente quiere descansar del trabajo con chistes burdos, sino que requiere del alimento inteligente que sólo la crítica audaz y aguda puede ofrecer al amparo de la noche y las copas de licor.

En esos lugares como El Cuervo o El Hábito había las siguientes posibilidades, llegar temprano, de preferencia con alguna dama con la que uno quisiera quedar bien y porque no indagar sobre sus inclinaciones. Como quién dice conocerse mejor. El espectáculo generalmente comenzaba con bastante retraso, pero valía la pena siempre. Durante el espectáculo podía uno deleitarse con alguna botanas de la pequeña cocina del lugar. Al terminar, los artistas de esa función generalmente permanecían en la sala y podía uno abordarlos. Un chorro de fotos donde aparezco con la mirada un tanto embriagada dan cuenta de ello.

No sé ustedes mis queridos co-blogueros, pero hasta la fecha disfruto mucho de entrar a ese mundo fascinante del teatro-bar donde la bohemia depara siempre buenas y gratas sorpresas.

Y es que a veces no se requiere de grandes producciones para que uno se pueda distraer sanamente. Por desgracia mi ocupación de padre me impide acudir a esos centros de espiritualidad con mayor frecuencia. Otros antros de época: La Peña Gallos, El Aramis, Brujas, Irabien y otros.

Otro día pláticamos de discos, bueno así se llamaban los antros antes donde se baila y también se bebe como principales actividades, además del ligue claro.

No sólo de rock vive el purpúreo bloguero, cuando escuchas la historia a través de Alejandro Aura, al piano el maestro Chalo Cervera y la voz de Doña Dolores Beristaín, no te queda más que rendirte ante la Hora Intima de Agustín Lara, que era como se llamaba ese espectáculo.

Para la bohemia siempre habrá tiempo, ya sea en casa con amigos, en círculos literarios o en antros de varios precios, lo importante es darse la oportunidad de escuchar música, escuchar poesía o lo que a cada quién le pueda gustar, claro acompañado de una buena bebida que como que no quiere la cosa facilita todo el proceso.

Apenas comienza el año y ya ando de borracho, quise decir bohemio, claro siempre brindando a la salud de todos ustedes. Qué tengan un feliz fin de semana.