In Memoriam

Polémica aparte, la nueva sede del Senado, nos da para varias reflexiones. Una importante es que era una de las fuentes del apreciado Narigón Cronista y nos regalaba sendas y elocuentes crónicas de semejante medio. ¿Qué opinaría Fidel? Sin duda su ubicación cubrirá una necesidad de esta cosmopolita ciudad que antes no contaba con un manifestódromo y es que ahora será parada obligada de toda marcha que pretenda un mínimo de consideración y respeto. Habrá más días muertos en el senado y más chorcha como parece previsible.

Y antes de que alguién me gane la idea, propongo a toda la comunidad de estados libres y soberanos que integran esta atribulada república que hagamos de esta nueva sede del senado, nuestro monumento al holocausto.

La idea es que en cada baldosa disponible quede grabado el nombre de cada uno de los miles y miles de muertos de la guerra santa emprendida, fomentada y defendida hasta el final por el Tlatoani todavía en funciones, para honrar la memoria de víctimas inocentes, daños colaterales y criminales fatuos que aunque ridícula minoría pasaron por un  minuto de atarugamiento y se los cargó el payaso tenebroso en algún enfrentamiento con las "fuerzas del orden". Que conste que las armas proporcionadas por el gobierno de Estados Unidos no incluyen garantía por encasquillamiento u otra falla por mal funcionamiento o falta de pericia del usuario en cuestión. Los marchantes o marchistas al ver todo ese nombrerío en el piso tal vez reflexionen: pueden ser los siguientes en la lista, nada de populismos complacientes, los fascismos están de moda.

No sé si haya espacio suficiente para nuestro amplio y generoso holocausto mexicano, supongo que sí ya que terminará y el PRI regresará con aquella garantía que nunca supimos entender o aquilatar: LA PAZ SOCIAL.

Propongo que el espacio se asigne de forma aleatoria conforme se vayan muriendo los cristianos, nada de que un estado de la república reclame derechos de mayoría y se quiera agandallar con la mejor banqueta o que algún estado con más presupuesto mande a poner placas como si se tratara del paseo de la estrellas en Hollywood. No señores, nada de favoritismos, se van muriendo, van poniendo su nombre y ya, nada de nichos improvisados, nada de bronces ni de mármoles, todos los muertos valen lo mismo, igual el niño que no alcanzó a correr lo suficiente, que la madre que gritaba: ¡no disparen!, ¡no disparen! .... arhggg ..

Los japoneses, los alemanes y hasta uno que otro país sudamericano ha asignado un lugar en la memoria de los muertos a manos de la estupidez humana, nosotros no nos vamos a quedar atrás, bueno en estupidez chance y hasta le llevemos una ligera delantera. Me refería a honrar a nuestros muertos. Ya se hizo el gasto, hay que sacarle algún provecho. Los senadores por supuesto que mucho provecho obtendrán de su nuevo "punto de venta".


Aplausos!!!!




Luego no digan que los opositores no proponemos cosas y sólo hacemos crítica, ok?