Si pensaban que Reforma era una avenida principal de la Ciudad de México, están en lo cierto, pero también es una avenida al subdesarrollo social de un país. La clase política de este país y sus intelectuales orgánicos (científicos porfiristas) nos recetan cada día la cantaleta de que México necesita con urgencia de reformas estructurales para salir del atraso. Como si con tener normas idóneas fuera suficiente. Nadie se pone a pensar que lo que realmente urge es que las normas actuales se cumplan. Y es que todos por igual estamos en la búsqueda incesante de cómo no cumplir con las normas, como lograr un amparo, como irnos por la libre. Si Jugos del Valle, Maseca y otros heraldos nacionales pagaran impuestos ...
Una de las reformas más mentadas es la reforma laboral, un camino directo a la competitividad mundial y el desarrollo, dicen sus promotores. No saben otra cosa que repetir las recomendaciones del Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Lo mismo de siempre. Si esas recetas que nos han impuesto funcionaran, adelante. Pero no, no han funcionado y la razón es muy sencilla, contravienen a la realidad.
En el fondo de la intención de la reforma laboral es hacer más pobre al trabajador, con menos derechos, con menos participación activa en la economía. Outsourcing para todos, ninguna responsabilidad empresarial, el paraíso capitalista. ¿Eso ha mejorado a las sociedades modernas?
Habría que pensar porque existe la necesidad de abaratar el insumo más importante de las manufacturas y los servicios: el ser humano. Para ello no hay que devanarse los sesos, sólo ver la historia reciente: Caída del muro de Berlín, fin del socialismo burocrático, ... alto ahí! . No, negativo, falso ...
No hay un fin del socialismo burocrático, la segunda potencia mundial así lo demuestra. China ya rebasó a Japón y es un país supuestamente comunista y a la vez es un actor principal de la producción mundial de bienes. Un país donde conviven métodos de convivencia típicos del esclavismo con la modernidad tecnológica. Toda una contradicción diría Carlos Marx sobre el particular.
El miedo de Estados Unidos hacia la Unión Soviética los hizo caer en paranoias inimaginables. Sin ir más lejos en nuestro país fueron asesinados miles de personas entre 1966 y 1976, porque según los gobiernos de Estados Unidos y México esas personas eran una amenaza para las democracias. Entonces, Estados Unidos en su paranoia buscó un aliado y el gigante asiático se prestó para el teatrito. Desde entonces China ha recibido tratamiento de privilegio por parte de las potencias occidentales. No importa que su moneda esté devaluada de manera artificial. Las leyes del mercado, sólo son para los ingenuos.
¿Puede un obrero estadounidense competir con un esclavo chino en cuanto a precio de su trabajo? La pobreza se ha apoderado de grandes masas en Estados Unidos, Inglaterra, Francia y que decir de países que eternamente se encuentran "en desarrollo". Si a los países ricos les da catarro a nosotros pulmonía. No, los chinos no están equivocados, han sabido vender la paz mundial, no hay la menor intención de provocarlos, no se vayan a enojar. Los que están equivocados son el resto de los países. No se debería mantener comercio con países donde se vive con salarios de hambre, por la simple razón de que todo se contagia. No, no hay amplias libertades ni bienestar en aquellas tierras chinas donde habita un gran porcentaje de la humanidad y nadie se los echa en cara, como si sucede con otros países trasnochados.
Una señora me decía que un cierre para ropa costaba lo mismo en México que en China: 40 pesos...
La única diferencia es que el cierre chino viene ya cosido a una chamarra por el mismo precio. China país contaminante, China país esclavista, China país antidemocrático, China nuestro competidor. Urge meter en orden a los chinos, nos están llevando a todos al terreno de la pobreza. No, no se quejen si ya no existen los derechos laborales. Tenemos que competir con otros países que no gastan como nosotros en artilugios tales como la democracia o la protección al medio ambiente. Estos reformistas no ven más allá de nuestras fronteras, son torpes y ciegos. Vayamos todos al outsourcing. Mañana estaremos igual o peor que los chinos.