Sueño que vuelo.

En esas estaba yo cuando de súbito oigo una voz conocida que me dice: oye, ya es la media. Qué cosa más inoportuna, ahora que ya casi lo logro, que ganas de terminar con el sueño de uno.

En efecto, no sé en que artes, pero mi cónyuge tiene la rara habilidad de interrumpir en la parte más interesante de la historia, aunque la historia sea de todo ficticia, un sueño pues. ¿O no?. Al final del día, como dicen los cursis, un sueño es una liga entre la vida real y lo que hay detrás de esa vida: aspiraciones, frustraciones, secretos, remembranzas, introspecciones y que sé yo cuantas cosas más. Una vez que dormimos, entramos a ese terreno que es el sueño, o como se define fisiológicamente: un estado de reposo mental. Y en ese estado el cerebro entra al relax y nos trae mil y una historias la mayor parte ficticias y a veces hasta increíbles.

Con frecuencia sueño que doblo una rodilla y separo un pie del suelo, luego doblo la otra y el otro pie se separa también del suelo y por arte de magia (por arte del sueño) comienzo a flotar. Además me puedo impulsar con mis manos, que a manera de alas, me permiten ir de un lado a otro, ante la envidia de los demás mortales que no cuentan con esa virtuosa habilidad. ¿Qué significa ese sueño? No lo sé y tampoco me interesa mucho saberlo. Ah porque eso de los significados de los sueños mantiene a un montón de falsos profetas o sabihondos que para cada tipo de sueño tienen alguna explicación tan inverosímil como el mismo sueño que pretenden explicar. Qué si se sueña con un recién nacido es que alguién va a morir y no sé cuantas cosas más.

En ocasiones, cuando tengo algún problemilla, dentro del sueño encuentro la solución. Claro que cuando despierto no me siento tan descansado físicamente, pero si me siento más tranquilo al encontrar una solución que despierto no pude lograr. ¿Y las pesadillas? Bueno a mi me dan pesadillas o malos sueños cuando tengo una cena más allá del simple hecho de alimentarme, es decir cuando la gula hace presa de mí y entonces la indigestión nocturna conspira con mi cerebro para que el sueño transite hacia situaciones poco agradables, la pesadilla que recuerdo es cuando sufro alguna persecución del enemigo estando a la mitad de una cruenta guerra.

Dicen la sabiduría popular: ten cuidado con tus sueños que se pueden hacer realidad. Ahora que también existe aquello del deporte nacional por excelencia: soñar despierto!

Sueños o no sueños, una tercera parte de nuestra vida se nos va en dormir, para descansar nuestro cuerpo, aunque una parte de nuestra mente se la pase haciéndonos travesuras. En este viernes que te quiero viernes, quise abrir este tema, nomás para ver que cosas se les ocurres a ustedes acerca de ello. Dicen que en el sueño se puede conocer la esencia de uno mismo. ¿Será?

Acá su soñador está en espera de sus sueños, espero que sean dulces y gratificantes. Acá los leemos y comentamos todos.