Despertar ...

Artículo 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Sobre esta base, se puede asegurar que el estado actual de cosas está así debido a que nosostros no hacemos nada por cambiar la situación. Traigo ésto a colación debido a que la primavera del 2011 será recordada en un futuro gracias a en diversas partes del mundo, la gente, el pueblo o como le quieran llamar ha traido una bocanada de aire fresco a la muy contaminda atmósfera política en cada caso. Los países del norte de África están revisando y tratando de poner al día sus formas de gobierno, mientras en Europa, varios países con el pretexto que les da el derecho a ocupar la Puerta del Sol, se cuestionan la relación entre gobierno y gobernados, aún con la crisis francesa y el avance de la derecha en España. Y aunque en México también hay expresiones de reflexión aún no tienen la fuerza suficiente para que nuestros gobernantes y en general la clase política alcance a escuchar lo que en lenguaje sencillo y directo significa "estar hasta la madre" o aquello de que "ellos dicen que esto es democracia, nosotros decimos que no".

En todo este juego las redes sociales han jugado un papel estratégico, la comunicación de las ideas que se niega sistemáticamente en los medios tradicionales, ha tenido resultados en la red con dos características esenciales, el mensaje es directo entre ciudadanos (sin interferencias) y sobre todo es inmediato.

Así las cosas ya no es posible seguir tapando el sol con un dedo, la gente ya no se traga tanta mentira y no se puede reprimir como antaño, es difícil que los gobiernos puedan matar a todo un plueblo que convencido y organizado le puede hacer frente. Tal vez ya no se requieran armas para cambiar las formas de gobierno, pero el primer paso es despertar ...