Perros y Gatos

Se dice que cuando hay un lío entre personas es que andan como perros y gatos. Si bien sabemos que en general los perros y los gatos no se llevan bien a la primera, también se dan casos donde conviven civilizadamente. Y es que a veces esos animalitos son más civilizados que algunas personas. En efecto a veces encontramos en las mascotas una relación afectiva o de amistad.

Escuché que a veces los padres con ánimo de premiar a sus peques les regalan mascotas, que a veces tienen un mal final. Historias mil. He visto como "llevan a tirar" a un perrito a un barrio lejano para deshacerse de él, ya que no les ha funcionado la idea de tener una mascota en casa. ¡Cuánto perro callejero!

Este purpúreo que les escribe, debe confesar su debilidad por ciertas mascotas. En particular los perros no me llaman la atención, aunque sí ha habido perritos en casa de mamá. No me gustan porque babean y sobre todo porque ladran. Ese ruido no me es agradable. Sin embargo los gatos son para mí lo máximo por varias razones.

Me gusta de los gatos su natural indiferencia por los demás, van por la vida con una actitud de gran desparpapajo e individualidad, no existe más que su mundo y voltean a vernos sólo si necesitan que les demos comida o atención, pero si no es así, suelen ser animales muy autosuficientes en cuestión de cariño.

Con gran cariño recuerdo a mi gato "Kimba", me duró digamos de los ocho a los quince años. En una tarde escuche ruidos de pelea en la calle y abrí la puerta. El tal Kimba entró echo la raya y me quedé con él. Dormía en "los pies" de la cama. Era un gato en verdad hermoso, grande, muy grande, gris oxford, con el cuello y los guantes blancos, una maravilla de animal. Me gustaba alimentarlo, bañarlo y cepillarlo. Lo defendía yo a capa y espada de las travesuras de mi hermano mayor.

He tenido otros gatos y por desgracia ahora no puedo adoptar otra mascota porque no tengo tiempo para atenderle, porque no hay nadie en casa durante el día y aunque mis hijos se mueren por tener una, creo que todavía no son lo suficientemente aplicados como para hacerse responsables de un animal.

Otras mascotas que he tenido: pollitos, gallos, patos, una rata blanca y algunos peces.

Ya quisieran muchos humanos tener la simpatía y "ser buenas personas" como algunos animalitos. ¿No creen?

O como dicen algunos: "entre más conozco a los políticos... más quiero a mi perro".