Voces de Alerta

Una y otra vez, desde hace casi seis años, los discursos son interrumpidos por voces que han perdido el miedo. Cada vez es más difícil que el EMP pueda contener la indignación de personas que de alguna u otra forma han sido agraviadas por el presente régimen. Son voces aisladas, se dice. Pero ahí están un día sí y otro también, cuando se trata de eventos públicos. Incomodan al ejecutivo a tal grado que ahora se pide una lista de todos los eventos donde se presenta, trayendo como resultado que a últimas fechas se toma más tiempo el acceso. 

Aún así, ¿De que sirve contar con una lista? 

¿Se realizarán investigaciones posteriores? 

¿Todos serán sospechosos?, la lista puede ser interminable.

En estos términos habrá que preguntarse si las expresiones incómodas son hechos suficientes para que la persona (o grupo) que ejerce el poder tengan al menos un mínimo de autocrítica o como se dice se refugien en el argumento de la incomprensión de la gente, en que todos son una bola de malagradecidos. Bueno, dirán y ya pa' que, si ya se van. En fin, es una monserga asistir a actos oficiales.

Para mí son voces de alerta. Que cada quién lea esas voces según entiendan los apremios de su entorno. Y los que no se alerten, bueno ni cómo ayudarlos cuando pidan desesperadamente un poco de solidaridad.

Y mientras eso sucede en eventos de gobierno, en la vida diaria el ciudadano común y corriente ya despertó al 2012, no para saber acerca de elecciones y candidatos, sino para darse cuenta de que está pagando más por gasolina, luz, agua, alimentos y productos y servicios en general. 

¿Habrá una voz interior que interrumpa nuestro soliloquio?

¿Será digna de represión?

¿Cómo podemos callarla?

¡¡¡¡¡Felicidades a todos los gatos, en su día!!!!!