Al igual que Kadafi, casi cualquier mortal que llega a los más altos niveles del poder, simple y sencillamente no quiere dejar de gozar privilegios y tratos de excepción. Vicente Fox pretende que en vez de que le llamen ex-presidente, se le rinda tributo perpetuo y se le reconozca a través de las páginas de la historia como el Presidente Fox. Será cuestión de semántica pero la lista de presidentes en México se limita a Guadalupe Victoria, Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y tal vez uno o dos colados más.
Y que pasa cuando alguien deja la presidencia en plenitud y tiene por delante una larga vida que le permite seguir operando, seguir probando las mieles del poder. Es el caso del último priísta poderoso. No me refiero a Ernesto Zedillo, ya que el era todo menos priísta, las bases del partido todavía se la recuerdan.
Sigiloso, después de rodar por varias partes del mundo incluyendo La Habana y Dublín, está de regreso y con más fuerza. Además ya escribió varios libros de gran extensión donde lava sus culpas, donde explica la ingratitud de un pueblo que no sólo no lo reconoce como propio, sino que hasta lo compara con el chupacabras.
De cara al relevo presidencial desea retornar muy orondo en caballo blanco como regresaba Antonio López de Santa Ana, aún después de perder alguna batalla. Le da consejos al candidato inevitable, hace acuerdos con los poderes fácticos, principalmente la televisión y las cúpulas empresariales y como no queriendo la cosa hace la negociación del futuro gobernador del Estado de México.
No arribará el tercer Del Mazo a la gubernatura y el sucesor de Peña Nieto tendrá menos influencia del grupo Atlacomulco y aún así contará con el apoyo del ex-presidente ahora reconocido como espurio, dentro de un paquete de beneficios al que se le llama unidad partidista. Desde ahora se siente la mano del líder que sabrá aglutinar los diversos intereses de los priístas, utilizando algunos de su mejores inventos tales como la política ficción o a Elba Esther Gordillo, con quien ya se tiene esa alianza, ésta si legítima a decir de Moreira. Los que saben dicen que el personaje no está de regreso y es que tal vez nunca estuvo ausente.
Saciamorbos:
No es que sea innombrable, es que su nombre da ñañaras ...