Hace apenas unos días Ernesto Zedillo canturreaba "vamos a ganar", en un presagio animoso sobre las próximas elecciones presidenciales de 2012. Pero para llegar al 2012, habrá que pasar el 2011, si las matemáticas no mienten. En lo que algunos auguran como el regreso del PRI al gobierno federal ante el desastre económico, político y social de dos sexenios panistas, cada partido hace sus jugadas, enroques y revires en una danza de miles de millones de pesos a cargo del contribuyente.
El PAN de Calderón que impone a su presidente conforme las lealtades se van desmoronando, busca a toda costa llevar agua para su molino en un juego de alianzas, cada vez más indignas. A falta de una base social y en la lógica de no contar con la maquinaria del PANAL se ha refugiado en la mediocridad de chuchismo en la falsa corriente de Guerrero Nos Une, que como se ha constatado arremolina intereses para lograr todo lo contrario. La batalla electoral ha sido encarnizada, desde el asesinato del posible candidato perredista, hasta el fraticidio de los dos priístas que contendieron por el gobierno del estado. El PRI por su parte se apresta al pataleo mediático de una derrota anunciada en aras de reponer el ánimo en las restantes elecciones. Todavía hay lugar para el mapache que todos llevamos dentro. Faltaba más.
El clima de violencia es aprovechado al igual por panistas que priístas, unos erigiéndose como los salvadores de la juventud para que no caiga en manos de la droga, otros erigiendóse como salvadores de la patria entera a sabiendas de que antes que estábamos mal, estábamos mejor.
Atrás ha quedado Guerrero, un estado pobre, aún más dividido en lo social y en lo político. Ahí siguen los pisos de tierra en los salones de clase. El perredismo podrá presumir una pírrica victoria, donde sólo su emulación del acarreo y el clientelismo priísta ha hecho posible de nuevo la repartición del botín, del cual por cierto, cada vez le toca menos ya que le debe dar una mochada a o otros partidos y a una parte del PRI guerrerense que ahora cambiará de colores. No, no es democracia, es crimen organizado, los partidos al servicio de su propia corrupción.
Cada partido en su lógica, en sus contradicciones, mientras al estado de Guerrero se lo lleva la trampa. No importa que ahora haya más narcoviolencia, más narcopolítica, más grupos radicales organizados allá en la sierra. No importa la masacre entre hermanos, total lo único que nos debe preocupar es ... Acapulco.
Empezamos la semana, con una alianza post-mortem a ritmo de Riders-Rapture ...
Qué tengan una semana productiva y sobre todo feliz, ya rebasamos el medio centenar de entradas purpúreas ...
Empezamos la semana, con una alianza post-mortem a ritmo de Riders-Rapture ...
Qué tengan una semana productiva y sobre todo feliz, ya rebasamos el medio centenar de entradas purpúreas ...