viernes, 29 de julio de 2011

Patoaventuras

Qué lío se armó ese día. Creo que era viernes. Iba yo manejando a todo lo que daba el Malibú por la calzada de Tlalpan, serían como las seis y media y tenía que pasar por mi señora a las siete en la Avenida Juárez. A la altura de Villa de Cortés me paran unos motociclistas quesque por exceso de velocidad. Haganme el canijo favor.

Le dí mis papeles al motociclista y le dije que se me hacía tarde que lo buscaría al día siguiente ya que no llevaba tiempo para platicar con él y además tampoco llevaba dinero para un posible arreglo. Le dije, dame tu cel y yo te llamo y me das mis papeles. Me dijo, ya vas órale. Pero la cosa no iba a ser tan fácil. El compañero de ese agradable servidor público no lo era tanto y me empezó a decir que si yo me sentía muy influyente o que cosa. Mientras el otro estaba unos metros más adelante estorsionando, perdón quise decir platicando con otro automovilista. Total que le dije, mira compadre tengo prisa, así que ahí nos vemos.  Pero el muy inoportuno se paró frente a mi vehículo para que yo no avanzara, así que metí reversa y luego avancé para seguir mi camino. Creo que al hacer la maniobra el desagradable sujeto tuvo a bien golpearse con mi querido vehículo. La pintura estaba impecable y creo que sufrió un leve rayón. No pos, yo lo ví por el retrovisor como se levantaba con dificultad. ¿Qué cosa, no?

A poco creen ustedes co-blogers que era mi intención lastimar a la autoridad. Pues No. Seguí mi camino, bajé el puente hacia 20 de Noviembre, le dí vuelta al Zócalo y tomé por Cinco de mayo. En mi mente sólo estaba la idea de llegar a tiempo. No me lo van a creer. Les digo que no lo van a creer pero llegando a Cinco de Mayo y Eje Central me tocó la luz roja y yo respetuoso que soy del orden, paré mi vehículo. Bueno adelante de mí había otros dos autos, así que no había mucha opción. Cuál sería mi sorpresa cuando en menos de que canta un gallo copetón tres sujetos me apuntaban con sendos fusiles. Dizque eran del comando de "Los Zorros". 

Abrí un poco mi ventana y se acercó un tipo que no iba de uniforme que gritaba desaforadamente. Les decía a los tipos armados que era yo un peligro para México y que había yo atentado contra la vida de un guardían del orden y que no se cosa. Además aseguraba que él podía ser la parte acusadora, que era testigo fiel de los hechos y toda la cosa. Subí mi vidrio, orillé mi auto y pensé: ¿Y ahora que hago?. Lo primero que se me ocurrió fue llamar a mi seguro. Dijeron que irían a buscarme a la comisaría. Los sudochichos Zorros no dejaban de apuntarme y me invitaron amablemente a pasar a la agencia más cercana. También le hablé a mi socio y él me dijo que mandaría a un abogado. 

Ya en la comisaría llegó mi señora con cara de What are you doing? El acusador iba y venía y yo preguntaba que dónde estaba el cuerpo del delito, que donde estaban los heridos o lesionados. Pos que que van apareciendo como a los veinte minutos los mencionados motociclistas. También había llegado el señor de la aseguradora y me dijo que no me preocupara que iba a salir aunque se tuviera que pagar fianza, pero que el tramite iba a llevar toda la noche, para entonces los motociclistas ya habían hecho migas con "la parte acusadora"  que en realidad era un taxista y me había seguido desde Villa de Cortés hasta Eje Central. Entonces me mandaron decir que se requería una cooperación de mi parte para no levantar el acta, digamos a cambio de mugrosos treinta mil pesos. La mirada de mi señora me estaba incomodando.

Cuando más perdido me sentía, apareció un señor trajeado que con voz de barítono dijo en voz alta: Soy el abogado del ingeniero y vengo a resolver este malentendido. Total que "mi abogado" fue a platicar con el trío acusador que ya se aprestaba a emprender peritajes, radiografías y no sé cuantas cosa más. Regresó y me dijo: ¿Cuánto trae?. Nada, pero mi señora traería algo así como dos mil volovanes. En cinco minutos me estaba llamando el agente del ministerio público, me entregó mis documentos y me dijo que no lo volviera a hacer. Antes de irme me preguntó: ¿Cómo se le ocurre ponerse al tú por tú con un motociclista? le respondí: Al motociclista no le tengo miedo alguno, pero mis señora se molesta si llego tarde por ella.

Casi estoy seguro que era viernes ...

¿Patoaventuras?

Seguro tienen algo que contar.

lunes, 25 de julio de 2011

Leer los diarios.

Como todos los días, le alcanzo a dar una leída a los titulares del día en El Universal, "El Gran Diario de México", ese mismo medio de información donde conocimos a Narigón Cronista. Antes hasta suscripción al diario tenía y siempre había papel periódico en la casa, ahora la cosa es virtual. Desde aquella ocasión en que nos enteramos de la tragedia del ABC en Sonora, no me había sobrecogido noticia alguna. Como que la piel se hace más gruesa y escuchar de muertos y descabezados ya no es una noticia alarmante, es casi la nota obligada de semana tras semana. Pero bueno, nos dicen que fue un ajuste de cuentas y como que los descabezados ya no despiertan solidaridad en automático, la duda persiste pero el cansancio puede más que el asombro.

Sin embargo hay cosas que de plano no puede uno pasar por alto y darle la vuelta a la hoja pensando que no es importante. Será porque tengo al amigo Axel que cada día me da cuenta de lo maravilloso que puede ser la vida. En contraste leo en El Universal:

"El pequeño Osvaldo, pastorcito de Petlalcingo que perdió las extremidades derechas como consecuencia de la explosión de un artefacto que presuntamente el Ejército olvidó en su comunidad, ya despertó luego de permanecer por cuatro días en terapia intensiva, sin embargo aún no le han informado de sus mutilaciones."

Dicen que el padre ausente regresó de la Unión Americana a donde se fue para ganarse el pan que aquí no podía alcanzar. Ya no regresará a Nueva York, ahora quedará anclado a la misma situación de miseria, agravada por esos reveses del destino que hacen dudar de si Dios está al tanto de las cosas.

No, no se trata den hacer apología de la tragedia nacional. De lo que se trata es aunque sea por única vez de tratar de hacer un ejercicio de autocrítica. No sé en que hemos fallado como sociedad, lo que sí sé es que permitimos que unos verdaderos simios gobiernen el país como si viviéramos en otra era, hace millones de años, con la ley de las armas y sin la ley de la razón. Como si tanta evolución del ser humano se pudiera despreciar de un solo golpe. Ellos (la ultraderecha) sólo conocen como objetivo sembrar el miedo y utilizar la violencia. Son fascistas modernos, de cuello blanco y con un gran temor a que la gente despierte de su letargo. Hacen hasta lo imposible para cuidar sus cotos de poder sin aspiración al cambio, al igual que señores feudales que pensaban que la riqueza humana se puede heredar por derecho de sangre.

Mientras el negocio de la guerra sigue dando regalías a unos cuantos. La gente común se puede joder una y mil veces. Y no hay poeta que deba ser escuchado, si sus entendederas no les dan para lo básico, la poesía es un lujo para su mermado raciocinio.

A estas alturas le doy la razón al ínclito Vicente Fox Quezada en dos puntos: Dijo que no había que leer los diarios para no entrar en depresión y además juró ese gobernante ocurrente e ignorante, que lo íbamos a extrañar!

Por acá seguiremos leyendo El Universal, aunque tenga tragos amargos ...

Y en otros temas Amy Winehose muere y nace otra leyenda ...
Amy Winehouse 1983-2011

Así empezamos la semana que puede ser bastante buena para nosotros en lo particular si desde el lunes le ponemos canela al café ....

viernes, 22 de julio de 2011

No disparen, soy mexicano. (Parte 2)

La llegada a la Habana fue diferente, una ciudad vieja y yo caminando frente al portal de la Universidad me recibe una voz que me llama. Oye tú chilango, ven, acércate. Atiendo a quién me llama. ¿Vienes del D.F.? ¿Verdad? Empiezo a sospechar que soy vulnerable. Y cómo no. El cubano promedio se te acerca con gran familiaridad, enseguida te saben chilango y te tratan con mucha confianza. Son gente enterada, me platican sobre el caso Colosio. Remarcan que cuando todo mundo les dio la espalda nuestro país les apoyó políticamente. En una calle me siento como en Bronx neoyorquino nos topamos con una palomilla de chavos a los que se les denota influencia del rap, del rock, son una especie de ghetto dentro la revolución que se asoma en cada esquina. Uno de ellos me pide un cigarro para la jefa, le pido a ella que se acerque, mi amplia flexibilidad me remite al trato con chavos banda. Ellos se dan cuenta y me despiden con buenas señales.


Los cubanos te presumen tres cosas, los polideportivos, los hospitales y los liceos. Caminamos la legua, vamos a la casa de Martí, al capitolio, a museos, a tiendas sólo para turistas. Me llama la atención la Plaza de la Revolución, la imagen del Ché domina la vista. 

Un descanso en la Bodeguita del Medio, las fotos de esos personajes americanos de los años cincuenta, las firmas sobre la pared, sentimos que estamos comiendo sobre un pedazo de historia. Nos sorprende la noche en la Marina Hemingway a la que llegamos por un boulevard que adivina lujosas residencias. La música de Caifanes, Luis Miguel y Bronco te hacen sencilla la estancia. Me acerco a una joven de profunda mirada y ojos azules, le comentó que el lugar está muy tranquilo. Me invita al Havana Club, mis amigos me dejan morir solo. ¿Dije morir? La discoteca es una ambiente tremendo y bueno un democrático y socialista vodka me reanima. Y luego otro y otros, y así.

A las tres de la mañana salgo de ahí, pedimos un taxi. Lo correcto es llevarla a su casa, pero no cuento con que sus amigas vienen también. No importa dejamos a una y a otra y sólo me quedan tres. Entonces agarro un segundo aire y les invito unas copas en el bar del hotel. Llegando les marco a mis cuates. No dan crédito, pero bajan enseguida. A las seis pedimos otro taxi. Les digo: ahora les toca pagar, ni modo. A dormir, luego pasamos si no mal recuerdo a otro hotel: el Habana Libre. Biseles de bronce, candelabros, pisos de mármol, figurillas y otras atracciones que la revolución no parecen haber tocado. Llevándole la contraria siempre a ellos me arriesgo y camino por donde ellos se ponen nerviosos. En un mercado de pulgas consigo objetos que no están a la venta en las tiendas para turistas, me formo para pedir helado, bueno hay filas en muchos lados, los cubanos están acostumbrados y platican a la menor provocación.

Y esa noche creo que fue de las mejores. Visita obligada al Tropicana, mesa de primera fila, parece que estamos en Las Vegas, el espectáculo no sólo es didáctico también es fastuoso. Las bailarinas con esa mezcla de disciplina rusa y gracia caribeña. ¿Se puede pedir más?

Entonces hacemos un plan para sacarle lo máximo a los dos días que nos restan en La Habana. Los centros nocturnos están como prioridad, después las plazas y los museos. Caminamos por el malecón, conocemos lo que se llaman jineteras. Los baluartes a lo lejos vigilan la bahía, destaca el Morro. Ya para entonces mis amigos están en mi onda. El centro histórico patrimonio de la humanidad nos remite a otros lugares y los cubanos a otras épocas. La nostalgia domina, una niña me pregunta si conozco la casa de Luis Miguel en Acapulco.

Y para finalizar mi anécdota favorita y que ya he platicado antes. Mi amigo pregunta al taxista mulato si está de acuerdo con el régimen, el hombre trata de ser cortés. Mi amigo insiste: ¿Cuántos cubanos han salido? El hombre sin perder la tranquilidad responde: Mira chico, el año pasado dos mil cubanos más o menos salieron de la isla, son personas que buscan esencialmente más ingreso y bienestar. Más o menos el mismo número de mexicanos que cruzan sin papeles la frontera a los Estados Unidos todos los días.

Nos reímos todos y les recuerdo la frase que se ha hecho postrera: No disparen, soy mexicano ...







Hasta aquí por hoy, ya saben que siempre les deseo los viernes ... happy weekend!

lunes, 18 de julio de 2011

San Lunes

Como todo buen mexicano, alguna vez habrá que hacer San Lunes, por lo que hoy no les voy a tirar el choro de que por el bien de todos: Primero los Pobres!
Así que les trascribo un mensaje de esos que andan como cadenas en el e-mail y que mi amiga Adriana Alicia me manda desde la ciudad luz. Así que ahí les va:
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Dicen que todos los días tenemos que comer una manzana por el hierro y un plátano, por el potasio. También una naranja, para la vitamina C, medio Melón para mejorar la digestión y una taza de té verde sin azúcar, para prevenir la diabetes ... Aunque te va a dar una diarrea...... Todos los días hay que tomar dos litros de agua (sí, y luego orinarlos, que lleva como el doble del tiempo que llevó tomarselos. Todos los días hay que tomarse un Activia o un Yogurt para tener 'Lactobasilos Cassei Defensis', que nadie sabe qué es, pero parece que si no te tomas un millón y medio todos los días, empiezas a ver a la gente como borrosa. Cada día una aspirina, para prevenir los infartos, más un vaso de vino tinto, para lo mismo. Y otro de blanco, para el sistema nervioso. Y uno de Cerveza , que ya no me acuerdo para qué era ... Si te lo tomas todo junto, por más que te dé un derrame ahí mismo, no te preocupes pues probablemente ni te enteres. Todos los día hay que comer fibra. Mucha, muchíima fibra, hasta que logres defecar un sweater. Hay que hacer entre cuatro y seis comidas diarias, livianas, sin olvidarte de masticar cien veces cada bocado. Haciendo un pequeño cálculo sólo en comer se te van como cinco horitas. Ah, después de cada comida hay que lavarse los dientes, o sea: después del Activia y la fibra los dientes, después de la manzana los dientes, después del plátano los dientes... y así mientras tengas dientes, sin olvidar pasarte, masajeador de encías, buche con Plax... Mejor amplía el baño y mete el equipo de música, porque entre el agua, la fibra y los dientes, te vas a pasar varias horas por día ahí adentro. Hay que dormir ocho horas y trabajar otras ocho, máss las cinco que empleamos en comerr, veintiuno. Te quedan tres, siempre que no te agarre algúnn imprevisto. Según las estadísticas, vemos tres horas diarias de televisión. Bueno, ya no puedes porque todos los días hay que caminar por lo menos media hora (dato por experiencia: a los 15 minutos regresa, si no la media hora se te hace una... Y hay que cuidar las amistades porque son como una planta: hay que regarlas a diario. Y cuando te vas de vacaciones también, supongo. Además, hay que estar bien informado, así que hay que leer por lo menos dos diarios y algúnn artículo de revista, para contrastar la información. ¡Ah!, hay que tener sexo todos los días, pero sin caer en la rutina: hay que ser innovador, creativo, renovar la seducción. Eso lleva su tiempo. ¡Y ni qué hablar si es sexo tántrico!! También hay que hacer tiempo para barrer, lavar la ropa, los platos, y no te Digo si tienes perro u otra mascota... ¿hijos? En fin, a mí la cuenta me da unas 29 horas diarias. La única posibilidad que se me ocurre es hacer varias de estas cosas a la vez, por ejemplo: Te duchas con agua fría y con la boca abierta, así te tomas los 2 litros de agua. Mientras sales del baño con el cepillo de dientes en la boca le vas haciendo el amor (tántrico) parado a tu pareja, que de paso mira la TV y te cuenta, mientras barre. ¿Te quedó una mano libre? Llama a tus amigos. ¡Y a tus padres!! Tómate el vino (después de llamar a tus padres te va a hacer falta). El Yakult con la manzana te lo puede dar tu pareja mientras se come el plátano con el Activia, y mañana cambian. Y menos mal que ya crecimos, porque si no nos tendríamos que tomar un Danonino Extra Calcio todos los días.. ¡uuuf! Pero si te quedan 2 minutos, envía este texto a los amigos (que hay que regar como las plantas) mientras tomas una cucharadita de All Bran, que hace muy bien... Y ahora los dejo porque entre el yogur, el medio melón, la cerveza, el primer litro de agua y la tercera comida con fibra del día, ya no sé qué estoy haciendo pero necesito un baño urgente.
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Así después de lo anterior, les invito a que hagan chorcha, maten clases, hagan San Lunes o apliquen esa ley que dice: en condiciones normales y si afectación de agentes externos, los humanos hacen lo que se les da su regalada gana ...
Que tengan bonita semana ...

viernes, 15 de julio de 2011

¡No disparen soy mexicano!

Eran como las 10 de la mañana, octubre de 1994, tres camaradas en el aeropuerto, la expectativa era buena. ¿Qué tal vacacionar? Traíamos un alto nivel de stress por aquella época. La idea había sido de Sergio y yo que soy de poca presión dije sí a la primera, me dijo “para que no te cuenten”. Llegamos pasado el mediodía al Aeropuerto José Martí. Fue una especie de volver al pasado, a una república latinoamericana de los años sesenta. El mobiliario, los colores, en fin: el túnel del tiempo.

Como íbamos primero a Varadero y nos entretuvimos en no sé qué rayos, nos dejó el autobús, pero nos asignaron un chofer con un auto sedán, suficiente para nosotros. De ahí por carretera en una excusión realmente interesante. Lo mejor es que nuestro "apoyo terrestre" no tenía prisa y si ganas de quedar bien. Hicimos dos o tres paradas, tal vez ciento sesenta kilómetros, hicimos más de tres horas. Salimos por playas del este, tocamos Santa cruz, Puerto Escondido y por supuesto Matanzas. La plática franca con nuestro chofer. Paramos en un lugar ecléctico desde donde se observaban a lo lejos bombas mecánicas de lo que parecían pozos petroleros. Una pequeña barra y unas tres o cuatro mesas a la orilla de la carretera, tomamos fotos, de repente aparecieron unos cinco o seis músicos y se soltaron a tocar aquella música tan especial de fama mundial. Se veía que sólo éramos nosotros cuatro las visitas del lugar y que el grupo había salido expresamente. Platicamos con algunos de ellos y salimos con casettes grabados por ellos mismos. Dos Huatey y un Jumex para el camino dieron cuenta de mi sed. Las gasolineras como sacadas de un calendario de los años cincuenta. Poco tráfico, bueno muy poco. En los pueblos dominaban las bicicletas, los cuerpos atléticos, la sonrisa fácil.

Los caseríos o bohíos sobre el camino de buen aspecto, no puede uno dejar de caer en las comparaciones. No había techos provisionales, todo era de hormigón. Tal vez el denominador común es que la pintura se veía vieja en casi todas las casas pero no eran casuchas improvisadas como se aprecia en la campiña mexicana. Venían las preguntas y nuestro ya entrañable amigo nos respondía de buena gana. Decía que todas las casas eran construidas de forma comunitaria. Llegamos a Varadero, hasta el final de la zona hotelera, el hotel realmente bueno, ondeaban las banderas de los países de su clientela más asidua: Canadá, España, Argentina y México. Cada quién se acomodó en su cuarto y a eso de las siete estábamos caminando por la calle costera hacia el pueblo. Conforme más no acercábamos al centro la escena se repitió en varias ocasiones. Abordados por chicas jóvenes que nos ofrecían una confianza a la que no estábamos acostumbrados. Decidimos regresar al hotel, no podíamos fraternizar con toda la población que se cruzaba a nuestro paso. La cosa era calmada, diría Clavillazo.

Tomamos unas copas y ya enterados de los lugares indispensables nos dirigimos a La Bamba, no puedo dar muchos detalles porque cuando la pasa uno bien el tiempo simplemente vuela. En resumen, serían las cuatro de la mañana cuando salí por separado con una cubeta con hielo y dos botellas de vino blanco espumoso. El dólar a tres cincuenta, que maravilla. No sabíamos que se avecinaba el famoso "error de diciembre". Tirado en la playa y pensando como chilango que cualquier playa es Acapulco cerré los ojos un momento disfrutando la brisa, luego miré hacia arriba para descubrir a un par de "camaradas" que estaba armados por fusiles, inquiriéndome sobre mi situación. Soy mexicano, fue lo primero que dije. Me dijeron que ya era un poco tarde para andar en la playa pero que iban a estar a cierta distancia por si se me ofrecía algo. Diez dólares me salieron de bolsillo como recompensa.

Ya al mediodía los amigos estaban más que expectantes sobre mi destino la noche anterior, todo parecía maravilloso, muy superior a lo que esperábamos. Todo el día en la playa, platicamos con isleños la curiosidad nos dominaba. Entonces entendí que las reglas del mercado valen para pura vacilada en la isla. Miren, el estado te provee de los básicos; comidas, techo, educación, etc. Luego viene el asunto de la libretita. Vamos a suponer que te dan cuatro cajetillas de cigarros a la quincena. Bueno la ley del mayoreo no existe. Si requieres más de cuatro cajetillas, tienes que pagar y las siguientes cuatro te cuestas cuatro pesos, pero las subsecuentes cuatro te cuestan doce pesos. ¿Y lo mismo pasa con los huevos? En efecto. Oye pero si yo quiero veinte kilos de huevos deberían dármelos más baratos. ¿No? La respuesta es sencilla chico: ¿Para que querrías veinte kilos de huevo?

Varadero tiene excelentes playas, buenos hoteles y el trato sensacional. Eso dije, sen-sa-cio-nal. En Jamaica se observa ese trato de lujo, pero es un poco diferente, será el idioma. Varios días en ese paraíso tropical con buen clima, repetimos la rutina para conocer los mejores lugares nocturnos, viajando en taxis clásicos de ensueño, en perfecto estado. Bueno también había autos modernos pero uno escoge la leyenda por encima de la tecnología. Me había yo quedado de ver con una chica que conocí el primer día, pero me dijo que tenía un compromiso familiar, pero que con todo gusto me podía acompañar al otro día. Así que tome un taxi y fuí a donde me había dicho, mis amigos estaban aterrados. Se les hacia imposible que me moviera solo en un país comunista, pero sobre todo aseguraban en todo momento que esa muchacha no estaría ahí. Sorpresa se llevaron cuando los alcancé en la disco con mi nueva amiga. También a la buena vida se puede uno acostumbrar rápido, pero tuvimos que agarrar valor para dejar ese lugar, el destino era la mítica ciudad de La Habana. Pero esa es otra historia.


Como he dicho antes, los viajes ilustran ¿Ustedes que opinan?

lunes, 11 de julio de 2011

¿Tercer Mundo?

El Tercer Mundo vaticinado por Luis Echeverría Alvarez, el más antiguo ex-presidente de la república todavía con vida, sigue latente como un karma que no hemos logrado superar. Hoy es fácil quejarse de cualquier cosa, si la inseguridad, el desempleo, la falta de crecimiento económico. Sin embargo como colectividad le estamos fallando a las futuras generaciones. Siempre decimos que hace falta mayor educación para salir del atraso, pero nunca tomamos la decisión de resolver el tema. Maestros con sueldos de miseria y un sindicato que es un lastre no son situaciones nuevas, pero no se ha hecho nada. La inercia como regla. 

Y bueno si miramos a un agente de tránsito a un polícia de barrio, nuestro esquema de autoridad nos remite a las repúblicas bananeras. ¿Saben cuanto gana un guardia de seguridad o un polícia de barrio? Sólo haciendonos guajes podemos pensar que alguién que gana menos de cinco mil pesos tiene la firme disposición de defender nuestra integridad o nuestro patrimonio. Hacemos el caldo para la corrupción y luego nos quejamos del resultado. Entonces se frena la salida del subdesarrollo desde nuestras propias bases. Y para acabarla, en eso de escoger gobernantes les dejamos el campo libre a esa mafias enquistadas en los partidos políticos o peor aún a los llamados poderes fácticos que más allá de ser una leyenda urbana son una penosa realidad.

No, no basta con ser buenos ciudadanos en lo individual, requerimos actuar en forma colectiva y ahí es donde comienzan las complicaciones, las desconfianzas, básicamente por una condición humana: la ignorancia. La falta de conocimiento del otro, de los otros, el juicio apresurado, a priori, del que consideramos de manera automática: diferente y equivocado, un enemigo pues. Desde una simple reunión de vecinos, hasta una elección oficial, se está buscando hacer trampa. El mundo es de los vivos, no de los honrados. Ese castillo de naipes al que llamamos valores se cae a cada rato, la razón es muy simple. Según mi teoría no tenemos la suficiente capacidad de amar al próximo y nos conformamos con proteger nuestro pequeño entorno, como quién dice de la puerta de la casa hacia adentro. Afuera que se hagan bolas, mientras no salpiquen. No, no somos tontos, nos hacemos.

No sé en que momento puede haber un punto de inflexión para que la situación pueda cambiar. La mente debe estar despejada. No puede ser que estemos pensando en invertir más en cárceles que en escuelas. No puede ser que sigamos tolerando que los que toman las decisiones por nosotros ni siquiera nos tomen en cuenta para el proceso de gobierno.
El primer mundo sigue allá a lo lejos tomando sus propias decisiones para sobrevivir, prescindiendo de las ideologías para enfrentar las situaciones. El diagnóstico como siempre equivocado, confundimos los síntomas con la enfermedad.
Me decía un taxista hace mucho: Mire señor cuando gana la selección salimos a manifestar nuestras emociones, cuando suben los precios sólo torcemos el gesto, pero nadie se entera de nuestro resentimiento.
Es erróneo generalizar en un país tan diverso, pero como decía Monsivaís, están son reflexiones para documentar el pesimismo. Lo que está bien no debe llamar la atención de la misma forma que lo que está mal tirándole a pésimo. Por ahí debemos empezar.

¡Que viva Gómez y que muera Gordillo!

Aquí empieza el concurso de consignas. Es más ecológica una manifestación virtual que una marcha en Reforma.

Inventen la suya, se premiará a la más original. Un jurado de intachable reputación avalará el proceso, mientras tanto que tengan una buena semana de julio regalado.

viernes, 8 de julio de 2011

De Monitos

En la secundaría teníamos a un compañero que no le gustaba leer los libros, así que nuestro maestro de historia le preguntó el motivo de su disgusto y él respondió: es que no tienen monitos y son muy aburridos. En efecto, se dice que los monitos, imágenes o ilustraciones hacen más digerible el contenido de cualquier mamotreto. Y bueno, que mejor que la historia sea de puros monitos. La lógica es aleccionadora, el género humano primero dibujó las pinturas rupestres y mucho después inventó la escritura.

El éxito de las historietas se debe a que el lector puede ver el color y la figura de los personajes, sus gestos, el ambiente. México es un país donde se consumen grandes volúmenes de historietas. Desde antes de que las telenovelas fueran grandes producciones, "Lagrimas y Risas" fue una ejemplar que semana a semana mantenía el interés de millones de personas. El alto costo del papel hace díficil el consumo de historietas, sin embargo su consumo en grandes cantidades continúa, por ejemplo los superhéroes de Marvel han dejado hondo calado en la cultura mundial, en México se tiene una gran tradición monera que arranca de siglos atrás y que ha tenido figuras muy importantes desde José Guadalupe Posada hasta el imprescindible Naranjo.

Antes había locales especializados en revistas e historietas y la ventaja es que podía uno intercambiarlas sin erogar su costo nominal, es decir había un ahorro. Una vez que leíamos las historietas las regresábamos y por una fracción de su costo podíamos traer a la casa las ediciones que no habíamos leído aún. Mis favoritas de la infancia: Batman, Memín Pinguin, Archie, La pequeña Lulú , Los Supersabios y Trucutú. Algunas historietas ni siquiera tienen formato independiente y vienen insertadas en diarios y revistas, se les conoce como tiras cómicas. Una célebre tira cómica Snoopy, y que me dicen de mi favorita Mafalda.

No me imagino la preparatoria sin la ayuda del monero Rius y sus libros que hicieron totalmente comprensibles temas tan áridos como el Marxismo, con su libros tan didácticos como Marx para principiantes o La panza es primero. 

No hay nada mejor que abrir el periódico (físico o virtual) y encontrar un dibujo que resume en una sola toma el acontecer nacional, ahí es donde el maestro Naranjo, Helguera, El Fisgón y todo un comando de buenas plumas o lápices a nuestro servicio nos plantean situaciones de manera amable y digerible.

¿Letritas o monitos?  

Las ilustraciones sin duda ayudan del todo, lo mismo si se trata del Libro Vaquero o del Sensacional de Traileros, confienso que ya no consumo historietas con frecuencia, así que agradeceré si me ponen al tanto o si nos cuentan sus clásicos de la infancia.

Aprovecho el tema para proponerles la última travesura del maestro Eduardo Del Río (Rius) que bajo el nombre de "Santo PRI libranos del PAN", nos trasmite su visión de la actualidad mexicana. Por cierto el mismo Rius tiene un excelente libro que estudia la historia de las historietas que se llama Vida de Cuaditos o Mundo de Cuadritos o Algo de Cuadritos, por ahí en algún lugar de mi biblioteca debe estar.

Hay que estar al tanto de este tipo de cosas, algunas rarezas como la Manga vienen de otras latitudes y no necesariamente transmiten cuestiones de utilidad. En fin, ya no los atosigo más. Es viernes y esperamos los viernes para cambiar de ánimo y poner en primer términos nuestras cuestiones personales o familiares por encima de las laborales que nos absorben el seso toda la semana. Bueno los que somos de sangre azul y tenemos semana inglesa, los demás, pues con la pena. Les propongo que este fin de semana saquemos nuestros monitos, leamos nuestros monitos ...



lunes, 4 de julio de 2011

Chávez o no Chávez?

Ahora que Hugo Chávez recupera su salud, es buen momento para reflexionar acerca de su gestión, sin duda controversial, sobre si nos atenemos a sus detractores, la mayoría de ellos ubicados en lo que podríamos llamar la derecha funcional. Sin entrar en mayores detalles, su administración ha traido una serie de éxitos tanto políticos como económicos, basando su apalancamiento en más de una década de altos precios del petróleo, donde como se sabe, Venezuela tiene un importante lugar debido a su producción y a que es de los pocos países, al igual que México, donde esos recursos son de propiedad estatal.

No obstante, creo que la principal debilidad de Chávez es su propia fortaleza como político. Líder carismático de grueso apoyo popular, Chávez no ha sabido encontrar el futuro de continuidad de su movimiento, a menos que nos sea a través de él mismo. Al contrario de lo que hizo Lula Da Silva, que dejó el poder, no sólo en un amplio sentido de aprobación hacia su gestión, sino depositando en su sucesora la guarda de su prestigio como político, Chávez al parecer no tiene sucesor que pueda jugar a la continuidad de su proyecto.

El poder acaparado por Chávez, repito es su debilidad. Después de 12 años no se puede caer en la tentación de ser la pieza clave de una nación. Se requiere pues un relevo que asegure el mantenimiento de la democracia en Venezuela y la profundización de su autonomía. Creo que ha llegado el momento de dejar el juego de las vencidas con la derecha venezolana, se requiere cuando menos una altura de miras que consiga la total unificación de un país que al igual que otros del cono sur, está llamado a ser verdadero protagonista de las décadas por venir. Se ha logrado bastante, pero lo logrado está sujeto a la fortaleza de un grupo compacto donde es necesario identificar nuevos liderazgos. El poder también desgasta, no sólo a las personas, sino también a sus esquemas.

Estoy convencido de que lejos de asegurar otra reelección, Chavez deberá pensar en decir adios al personaje que ha creado y vencer a su propia figura y a su mitología, su continuidad no necesariamente resulta conveniente. No se qué esté pensando él en este momento, pero la disyuntiva natural es plantearse: ¿Chávez? ¿O no Chávez?

Que tengan una semana de agazajo ...

viernes, 1 de julio de 2011

Cursos de Verano

En la actualidad, cada vez más se tiene la necesidad de que los peques de la casa se mantengan ocupados en las vacaciones, para lo cual se han inventado esas cosas que se llaman pomposamente "Cursos de Verano". Si los dos padres trabajan y no hay abue o similar a la mano, dichos cursos cobran la calidad de imprescindibles. Y los hay de todos tipos (si lo sabré yo, con peques de 10 y 6 años), desde los campamentos en el extranjero hasta los democráticos cursos que el gobierno de la ciudad prepara para un buti de chamaquines que deben ser alejados a toda costa de la nefasta televisión y los no menos adictivos videojuegos.

En mi infancia no había tanta faramalla, los chavos nos divertíamos sanamente. Cualquiera de mis tíos llegaban de visita a la casa y preguntaban a mí y a mis hermanos. ¿Quién se quiere ir al pueblo unas semanas?. Invariablemente el mismo sujeto exclamaba: yoooooooooo!

Con mi tía Cecy la cosa era tranquila, me dejaba consertir por ella y me la pasaba bien con las primas. Algunas aventuras eran de cajón: jugar en las tumbas del cementerio cercano, caminar colina abajo hasta que de repente me sabía perdido y había que regresar. Con mi tío Pedro la cosa era un poco diferente. De recia tez, Don Pedro es hasta la fecha una persona dedicada al campo, a la agricultura, a la cría de animales y a aquellas artes que ahora ya tienden a desaparecer. La última vez que lo ví me sorprendió la agilidad con que sube y baja de su montura, maniobra que yo ejecuto, no sin algunos problemillas.

A las cinco y media me despertaba y acompañaba a mi tío a la labor de la raspa. Con un cuarteto de jumentos que iban cargados, cada uno de dos castañas de madera, nosotros a pie o a caballo recorríamos lugares cercanos al pueblo en pos de un líquido muy especial: el aguamiel. Ya de regreso, casí a las siete de la mañana nos recibía mi tía con el desayuno. Y había un titipuchal de actividades, desde recolectar malva para alimentar a los cerdos, sacar a los seres plumíferos de sus gallineros para que emprendieran su aventura cotidiana, vaciar avena en una cubeta y llevarla hasta el machero donde los caballos, mulas y burros te veían con cierto agradecimiento y cariño.

A mediodía alcanzaba a mi tío en las parcelas donde ya había laborado varias horas, le llevaba algo de comer en una canasta, platicaba con él, reíamos mucho. Después de comer pasaba por mí un primo al que le decían "El Rayo". Él era boxeador amateur y me llevaba a sus entrenamientos, ya ahí también me ponía las guantaletas y le pegaba al costal de estiércol. Por la noche escuchábamos el radio o veíamos algo de tele, merendábamos y nos ibamos a dormir temprano. No sé si haya lugares así, ahora para los chicos. Las vacaciones de playa también las disfrutaba pero no tengo tantos recuerdos como mis estancias allá en Hidalgo.

Y es que tener un tío como el que tengo es todo un agazajo, no me canso de admirarlo, ha sido autoridad de comuneros y síndico municipal. Alguna vez resultó herido y estuvo en un hospital de Pachuca. Medio pueblo estaba en la sala de espera. Es un hombre respetado, te platica siempre las razones que tiene para tomar una decisión u otra, nunca ha sido arbitrario. Además tiene la rara virtud de cocinar la mejor barbacoa de este planeta, cuyo proceso inicia desde llamar al borreguito que mansamente se acerca a él, hasta obtener un consomé como no se sirve en ninguna parte. Bueno tal vez exagero un poco, me dejo llevar por mi nepotismo.

En esos cursos de verano aprendí a desgranar maiz y llevarlo al molino, alimentar animales de granja, utilizar la honda, tomar aguamiel en campo abierto, mojarme en la lluvia, encender el fuego, cortar tunas, atrapar liebres, ranas y otras especies de la zona y muchas tantas cosas que tuve la oportunidad de realizar en mi infancia, con algunos accidentes menores que llegan a mi memoria. También recuerdo las fiestas del pueblo y las corridas de toros, las carreras parejeras y las peleas de gallos. Bueno vistos desde los ojos de un escolar de primaria.

Hace días les platicaba a mis hijos sobre esa posibilidad en sus vacaciones, me escuchaban con curiosidad. Su madre inmediatamente cortó la conversación y me dijo que esas cosas están fuera de actualidad y que en el campo hay muchos peligros para los menores. Me causa gracia. Y se me nubla la mirada, mis queridos blogers cuando recuerdo la llegada a casa de mis tíos y mi prisa por contestar con gran enjundia: yooooooo!