miércoles, 10 de junio de 2009

La Selección

Cuando se habla en México de LA SELECCIÓN, la gente se refiere a la selección nacional de fútbol soccer en su rama profesional masculina. No hay otra cosa que llame más la atención del televidente que un partido de esa selección. No obstante, existen algunas personas entre las que me cuento, que no dan mayor importancia a lo que sucede o ha sucedido con la selección. Vayamos por partes; pienso que ese equipo de fútbol no representa a nuestro país y lo que suceda con él no tiene porque importarme más allá de las anédotas que se pueden platica con los compañeros de trabajo. Para mí la selección representa a sus propietarios: un conjunto de empresarios que se agrupan en la Federación Mexicana de Fútbol y que asociados con televisoras, periódicos y revistas hacen negocios con dicho equipo deportivo. Es decir cuando me dicen: ganó la selección, no siento el menor entusiasmo, es como si me dijeran que el equipo de arco de la Fabrica de Tubos S.A. de C.V. gano el campeonato de la convención de la Industria de la Construcción celebrada en Celaya, Guanajuato. Como entretenimiento, he visto varios partidos de la selección y puedo apreciar si tal portero hizo tal acción valiosa para el resultado del partido o sí tal jugador no rindió lo necesario o si a mi juicio el árbitro cometió un error de apreciación, pero hasta ahí.
Creo que los empresarios del fútbol mexicano han hecho todo lo posible para causar mi desinterés, toda vez que, salvo raras excepciones, los equipo son un negocio que nada tiene que ver con el ciudadano común y corriente que patea el balón en el polvoso llano de alguna población o practica una sana "cascarita" en la calle. Cuando gana la selección, supongo que ganarán sus dueños, promotores y directivos, cuando pierden de igual forma.
Cuando era chico pensaba que los jugadores de la selección tenían un especial interés y orgullo por vestir la camiseta del equipo, con el tiempo he caido en la cuenta de que no es así y sólo se trata de un negocio como cualquiera. Todo lo contrario me sucede, por ejemplo cuando veo competir a un mexicano o mexicana en juegos panamericanos u olimpiadas donde se puede apreciar la forma en que derrochan un esfuerzo, la mayoría de la veces sólo apoyados po su familia, para destacar en la competencia y aspirar a una medalla que nos puede llenar de orgullo a otras personas, sólo porque son nuestros paisanos. Ustedes ¿qué opinan?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí tus comentarios